Jesús no solo vino para solucionar el problema principal del hombre (el pecado), sino también para satisfacer a Dios mismo. Pero, ¿qué hay en Dios mismo que debe satisfacerse? La respuesta es: su ira.

Pero, ¿qué es la ira de Dios? ¿Es caprichosa, impredecible y descontrolada o es perfectamente congruente con su amor?

En este episodio descubrimos la respuesta a esa pregunta y aprendemos cómo Jesús satisfizo la ira de Dios en la cruz por aquellos que creen en él.

(¿Has escuchado el primer y segundo episodio de esta serie? Puedes encontrarlos aquí: El problema principal del hombre y Santidad y Justicia.)